Voluntad...

Voluntad…

Acabo de ver un video que me ha inspirado para escribir estas líneas. He estado un par de días meditando sobre este concepto. Es una cualidad del ser humano que puede desarrollarse.

Considero que soy un ser con mucha #voluntad, que ve siempre posibilidades aún en las peores circunstancias y ama los retos, éstos a mi criterio nos permiten ponernos a prueba y echar mano a nuestros recursos interiores llamados fortalezas. La #voluntad es eso, una fortaleza.

La palabra #voluntad me hace pensar en ganas, en constancia, en autodisciplina, en confianza en uno mismo, en resiliencia, en autoestima.

Pero fíjate que #voluntad sin un propósito definido es un recurso desaprovechado. Si no pones dirección a lo que haces, un para qué, ¿la energía impulsora de la voluntad dónde se manifiesta?

Observar a un niño aprendiendo a caminar me parece el mejor modo de comprender qué es #voluntad y propósito. El niño “sabe” que puede caminar y sólo se dedicará a desafiarse primero gateando, luego intentando pararse para finalmente empezar a dar sus primeros pasos. ¡Y lo logra! Salvo que tenga algún impedimento físico o progenitores que no se lo permitan, adultos que se interpongan en ese maravilloso aprendizaje con temores sobreprotectores por ejemplo.

Reflexiona… ¿cómo está tu #voluntad? ¿Te das cuenta lo necesaria que es en la vida para hacer y lograr lo que quieres? Entiendes que es el puente entre el querer y el poder.

Un proceso de coaching permite trabajar en esa brecha que se genera entre “el quiero esto” y “el puedo hacer esto”, te comento que en medio de ambos hay aprendizajes a realizar y #voluntad lo que considero muy difícil. Cambiar requiere de voluntad de decisión y de templanza para lograrlo.

Coach Analía Herrlein