A nivel personal, fue enfrentar situaciones que supuestamente eran del pasado pero que estaban dormidas en mi presente, gracias al presencial, me di cuenta que debía solucionarlas. Específicamente, el decirle a mis hijos la situación social de su papá, la tranquilidad como les hablé, por que me sentí segura y confiada, y la manera como lo abordaron quitaron un peso interior enorme, esta experiencia fue el examen del presencial, ya que le puse fecha y lo cumplí de la manera más inesperada pero feliz.

Conocer vivencias fuertes, de personas que normalmente, vería como muy tranquilas, sin ningún inconveniente, y verlas desde la parte humana, sin las enmarcaciones que dan los diplomas y los cargos fue interiorizar que todos, seamos quienes seamos, sin importar estratos, experiencia, edad, sexo, somos seres débiles, que necesitamos volver a nuestro interior para buscar allí la respuesta.

Culturalmente, nos han enseñado a buscar la solución en los seres queridos o personas de nuestro entorno (amigos, vecinos, conocidos) pero no nos enseñan a buscar las respuestas dentro de nosotros. Es por eso que la vivencia en el presencial fue un cambio de actitud para ser un mejor ser humano, una experiencia enriquecedora para el conocimiento, para el corazón, para el alma, y para el cuerpo. Esta experiencia fue un renacer de luz.

La vivencia en el presencial, toco todos los aspectos de mi vida de una manera sencilla, natural, didáctica y muy enriquecedora y entretenida.

Cotidianamente, las personas que me conocen a menudo me dicen que soy “dura”, pero en el presencial, lloré lo que nunca había llorado, por que sentí cada una de las situaciones de mis compañeros y pude también observar su proceso.

Definitivamente el presencial, cambio mi vida!!! Sólo tengo palabras de agradecimiento infinito  por esta oportunidad.

Gracias!.

Como ser humano, me he encontrado a lo largo de mi vida con una búsqueda incansable de algo desconocido, algo que me permitiera saber la verdadera razón de lucha a la cual nos enfrentamos día a día; lo que me ha permitido aprender lo bueno y lo malo, experimentando tristezas y alegrías, triunfos y desaciertos que me han permitido crecer cada día como Ser humano y como Ser espiritual.

El llegar a un proceso como lo es el Presencial de la Certificación de Coach Personal, profesional y de vida, cambian en mi, paradigmas que han hecho que mi vida esté en una sola línea, línea que me ha alejado de mi verdadero sentido de vida. Yo Gloria soy Feliz, Saludable y Exitosa; palabras que me empoderan cada mañana, cada instante, cada momento, y que fueron encontradas en el compartir con 21 personas que me enseñaron que la vida vale, que el amor existe, que el servicio nos llama; con cada compartir, con cada experiencia de vida, con cada fluir de las palabras, sabias y llenas de amor, me ratifico como ser de amor y servicio.

Los miedos, dejados y abandonados, agonizaron con cada paso en cada actividad tan pensada y creada milimétricamente, para ayudar seres a construir y nuevas vidas y transformar las ya existentes, permitiendo que estos murieran en tan hermoso y valeroso fin de semana.  Experiencia que vivirá por siempre en cada célula de mi cuerpo, en cada palabra, en cada respirar, la cual comparto con quien en mi camino esta, para que tengan la oportunidad de vivir esta oportunidad de nueva vida, para que así vayamos creando un nuevo mundo para las generaciones venideras.  Serán mis hijos, esposo, familia y amigos quienes podrán dar testimonio del verdadero valor que nos regalaron cada uno de los seres que a hoy comencé a amar y que serán testigos de UN NUEVO COMENZAR.