Cuando se presenta la oportunidad de estar con empresarios busco acomodar esta frase en la conversación: “la palabra convence, pero el ejemplo arrastra” y hace unos años dictando un seminario taller en la ciudad de Ibagué alguien añadió para que yo usara también: “La vida es un eco, si no te gusta lo que estas recibiendo fíjate en lo que estas emitiendo”, lo cual queda de maravilla traer el día de hoy a la lectura.
Un empresario en particular en la ciudad de Armenia hace unos meses decidió capacitar a su personal en temas como trabajo en equipo, respeto a la labor y estrategias de ventas entre otros temas buscando este aporte ya que el tema de la construcción necesita constantemente apoyo y formación pero, hizo énfasis absoluto en generar en su equipo respeto entre todos y para todos, pero oh sorpresa; No pagan, No pagaron y ahora No contestan. No cumplen con su obligación y eso destruye totalmente su reputación.
Acá nace mi intervención pues esto realmente coloca en la balanza el ejemplo y simplifica todo así: “Lo más rápido de aprender y de generar señalamientos es lo que no se hace bien”, podemos tener mil problemas en muchas partes y tal vez cuantiosas sumas nos presionen, pero, a todos se les debe respeto.
Manchar el nombre propio o el de la empresa que representas en plasmar en el presente lo que de seguro será tu futuro y obviamente quien se equivoca no lo va a reconocer y hasta lanzará comentarios atacantes a su contraparte, pero el que falla, cae.
Cuando hablamos de empresas podemos tener desde el independiente que genera con su nombre un emprendimiento o aquella que está ya en diversos lugares y su nombre es pilar del sustento de muchas familias, pero y de acuerdo a estudios, más del 68% de las empresas son reconocidas por sus directores o propietarios lo que hace que, como en la constructora mencionada anteriormente, sea el nombre del propietario y no la empresa la que lleve la carga de las malas decisiones o los errores que se cometan con sus proveedores y repito, si no se enmiendan a tiempo esto será una bola de nieve.
Puede ser y entro con mi sección educativa: Por desorganización, lo que lleva a generar al 100% y en correcto orden la agenda y el organigrama de trabajo; Por generar promesas inestables o garantizar logros que son aún la plataforma de un sueño efímero lo cual simplemente no existe y debe ser corregido con un estudio proyectado y garantizado al logro; Por desconocimiento del mercado y acá debo aclara que Armenia es una plaza muy difícil y como lo dijo una gran amiga si seguimos como vamos seremos la Venezuela de Colombia pues solo sirve si trabajas para las entidades estatales, eres amigo de algún “poderoso” o esperas beneficencias que se apiaden de tus necesidades y te acomodas a un salario mínimo que te haga conformar con la frase “es que vivimos en el paraíso” pero, solo es porque acá el esfuerzo es básico y termino con el último factor de riesgo y es la palabra, que se convirtió como la servilleta en un artículo, desechable; Nada pasa si no cumples tus promesas, un contrato hablado es olvidado y sepultado así que hoy dejo escrito y ojala quede en sus mentes que “el compromiso es un acto, no una palabra”, necesitamos empezar ahora mismo.
JORGE SIERRA ALZATE
LifeCoach Internacional
sierracoachee@gmail.com
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